Tokyotas devuelven 3.7 billones de yenes extraviados
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Tokyotas devuelven 3.7 billones de yenes extraviados

Los ciudadanos de Tokyo nuevamente mostraron ser de los más honestos en el orbe al entregar al departamento de objetos perdidos de la ciudad millones de yenes en efectivo, además de otros objetos de uso personal.

El año pasado las personas entregaron la cantidad de 3.7 billones de yenes en efectivo extraviados, y cerca de las tres cuartas partes de ese dinero terminaron de vuelta con sus legítimos propietarios, de acuerdo con el departamento de policía metropolitana.

Este es un fenómeno que refleja la devoción del pueblo japonés por devolver la propiedad perdida.

En Japón se sigue registrando muy poca delincuencia y prácticamente toda la población no tiene temor de ser robada. En Tokyo, una de las ciudades más pobladas del mundo, no es raro que las personas «reserven» asientos en las cafeterías colocando sus smartphones de alta gama en la mesa mientras van a pedir su servicio en la barra.

En el caso que una persona olvidara incluso algún objeto personal aparentemente sin mucho valor, los empleados guardan los objetos en caso de que sus propietarios regresen para buscarlos otro día.

Algunos atribuyen este comportamiento a la cultura y la educación ética japonesa.

«Las escuelas japonesas ofrecen clases de ética y moral, y los estudiantes aprenden a imaginar los sentimientos de aquellos que perdieron sus propios bienes o dinero», dijo Toshinari Nishioka, un ex policía y actualmente profesor de la Universidad de Estudios Internacionales de Kansai.

«Así que no es raro ver a los niños devolver una moneda de ¥ 10 extraviada en una oficina de la policía».

También hay reglas y recompensas. La ley de objetos perdidos en Japón establece que cualquier persona que encuentre dinero debe entregarlo a la policía, y dicha acción le confiere el derecho a recibir una recompensa del 5 al 20% del monto si el propietario lo reclama, pero también puede recibir todo el dinero si nadie lo reclama en un plazo de tres meses.

Fuente: Bloomberg/YEA