«Son unos tacaños», se quejan víctimas de la crisis nuclear de Fukushima
Once meses después de la destrucción de sus tierras, pérdida de ingresos y cambios en la forma de vida derivados por la crisis nuclear de la planta de Fukushima, muchas personas han recibido alrededor de 1.6 millones de yenes de compensación.
A partir de septiembre, tuvieron que lidiar con un formulario de 160 páginas para solicitar la indemnización que exigía recibos (original) por concepto de transporte y otros gastos realizados durante la evacuación, así como las declaraciones de impuestos realizados antes del desastre, demostrando sus ingresos.
Tokyo Electric Power Co. (TEPCO) admitió que habían recibido sólo 7,600 formularios completos y se vieron obligados a simplificar el manual y distribuir una guía de cuatro páginas.
Alrededor de 114,000 personas se vieron obligadas a abandonar sus granjas, hogares, escuelas y puestos de trabajo entre Marzo y Mayo de 2011 y que hoy viven en viviendas temporales en otros municipios.
Otras 50,000-120,000 personas, de acuerdo con observadores, se han trasladado voluntariamente a otras ciudades por temor a la radiación, haciendo caso omiso de las afirmaciones oficiales de que la vida en el interior o alrededores de la prefectura de Fukushima es segura. Todas esas personas, hasta el momento, no tienen derecho a una indemnización.
Por lo general, las madres han llevado a sus hijos fuera de la prefectura y comenzaron una nueva vida lejos de ciudades como Tokyo, Osaka o Kyushu, las familias se han dividido y a menudo han ocurrido separaciones conocidoas como los «divorcios por radiación».
«Mi esposo no estaba de acuerdo con el translado y nos dice que volvamos a casa», explica Akemi Sato, un ama de casa de la ciudad de Fukushima (a unos 60 kilómetros de la planta nuclear) que ahora vive en Tokyo con sus dos hijos de 9 y 7 años de edad .
«Tengo que pagar mis cuentas en Tokyo y debo viajar a Fukushima a ver a mi marido tres o cuatro veces al mes. Es muy caro y estresante, pero yo no veo ninguna otra opción».
El comité de conciliación de controversias para compensación de daños nucleares, organización diseñada para establecer directrices y los límites para las reclamaciones de indemnización, todavía no ha estipulado una indemnización por pérdida de bienes como casas o terrenos, ni para las personas como la Sra. Sato, que han abandonado Fukushima voluntariamente.
Se especula que más de la mitad de la población de la prefectura de Fukushima (aproximadamente 1 millón de personas) se les ha ofrecido unos 80,000 yenes por persona adulta y 40,000 yenes a los niños.
El proceso de compensación es terriblemente complicado para los desplazados, para la operadora TEPCO y para el gobierno.
Otro de los afectados, el Sr. Naito, pagó 9.8 millones de yenes por 2.2 hectáreas de tierra en el pueblo de Iitate en 2009. Su vida está ahora en la incertidumbre porque su granja quedó demasiada contaminada por la radiación para poder trabajar y además no tiene dinero para comprar otro terreno.
El Sr. Naito calculó el valor de su tierra, maquinaria y productos contaminados en 70 millones de yenes. TEPCO sólo le ofreció 150,000 yenes. «Yo les dije que no los acepto. Voy a luchar en los tribunales por el pago justo».
Fuente: Mainichi Japan