Logra romper la velocidad del sonido en caída libre desde la estratósfera
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Logra romper la velocidad del sonido en caída libre desde la estratósfera

El piloto y paracaidista Austriaco Felix Baumgartner se convirtió en el primer hombre en romper la barrera del sonido desafiando a la muerte, en una caída libre al saltar desde el borde del espacio el domingo 14 de octubre.

Baumgartner, de 43 años de edad, saltó de una cápsula a más de 39 kilómetros sobre la Tierra, alcanzando una velocidad máxima de 833.9 millas por hora, o 1.24 veces la velocidad del sonido, según los organizadores.

El veterano paracaidista permaneció en caída libre durante cuatro minutos y 20 segundos antes de abrir su paracaídas para flotar sobre el desierto de Nuevo México, E.U.U.U.

El Control de la misión estalló en aplausos cuando Baumgartner salió de la cápsula levantada por un gigantesco globo con helio a una altitud de 39,044 metros, incluso más de lo esperado.

Al austriaco le tomó más de dos horas para llegar a la altura final del salto. Anteriormente ya había roto un récord para un vuelo en globo tripulado, que fue 113,740 metros, establecido en 1961.

El mayor riesgo para Baumgartner durante la caída era quedar fuera de control debido a la excesiva fuerza G, que podría haberle hecho perder el conocimiento, por lo que durante la transmisión en vivo los espectadores se paralizaron por un momento al ver que el austríaco comenzaba a caer caóticamente durante un tiempo que pareció una eternidad antes de que finalmente pudiera colocarse en la posición correcta de descenso.

Durante la caída, la sangre del paracaidista podría haber hervido de haber existido la más mínima rotura o grieta en su traje espacial presurizado, debido a la despresurización instantánea a la altitud extrema.

Las temperaturas de 90 grados centígrados bajo cero (menos 68 grados Celsius) también podría haber tenido consecuencias impredecibles si el traje de alguna manera fallara.

Baumgartner tiene varios récords anteriores, en particular sus espectaculares saltos desde las Torres Petronas en Kuala Lumpur y desde la estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro, Brasil.

Recordó las emociones que recorrieron a través de su cuerpo cuando salió de la cápsula a una altitud de 39,045 metros sobre el desierto de Nuevo México: «Cuando uno está de pie en la cima del mundo te vuelves tan insignificante … la única cosa que quieres hacer es regresar con vida», dijo a periodistas en Roswell, ciudad en que se localizó la base de la misión de lanzamiento.

Su histórico salto coincidió con el 65 aniversario de que el piloto estadounidense, Chuck Yeager, rompió la velocidad del sonido en un avión.

Fuente: AFP/JS/YEA