Fiebre apocalíptica concluye en zonas arqueológicas Mayas con festejos
Luego de que el 21 de diciembre había sido marcado por una fiebre apocalíptica del «fin del mundo», en donde los escenarios de destrucción iban desde la colisión de un planeta o de meteoritos hasta la llegada de extraterrestres, finalmente todo concluyó en una serie de festejos y una buena derrama económica para los sitios arqueológicos de la ancestral cultura Maya.
La fiebre apocalíptica fue aprovechada por empresarios y gobiernos para atraer turistas a sitios arqueológicos de México, Guatemala, Honduras, Belice y El Salvador, territorios donde se asentó el imperio maya. En Chichen Itzá, con el primer rayo de sol del viernes 21 de diciembre, sacerdotes mayas encendieron el fuego nuevo
marcando una nueva era y, contradiciendo las interpretaciones apocalípticas, anunciaron el inicio de un ciclo de esperanza y paz.
En la ceremonia del fuego para recibir los primeros rayos del sol, participaron cientos de extranjeros vestidos de blanco con una vela en la mano, los cuales se han integrado a la asociación Unificación Maya, cuyo propósito era contrarrestar la mala interpretación de la fecha con el fin del mundo
, explicó el sacerdote Tata Chus en la zona arqueológica de Tikal en Guatemala.
Al amanecer del viernes hubo últimas cenas
a unos 300 dólares en haciendas de Yucatán, así como fiestas en exclusivos hoteles de Cancún (México).
Los pueblos mayas celebraron este viernes el inicio de un nuevo ciclo según su cuenta larga, que llega al 13vo. B’aktun, la mayor unidad de tiempo.
La interpretación científica del 13vo. B’aktun Maya
El calendario maya no finaliza jamás, es cícliclo y su funcionamiento está basado en un sistema de numeración posicional, (vigesimal). Cálculos erróneos de arqueólogos fijaron el «final» del 13avo backtún en 2012, partiendo de un error grave: cuentan años de 360 días, cuando los mayas conocían con exactitud astronómica la duración del año, de casi 365.2242189669781 días.
Esto da como resultado un error de casi 5 días y cuarto cada año, que en 5200 años (verdadera cuenta de 13 baktunes) acumula un error de casi 75 años. De ese tamaño es el error de cálculo de los investigadores que fijan en este año el fin del ciclo de 13 baktunes. El calendario maya, infinitamente más exacto que el que actualmente utilizamos, no se atrasa ni adelanta en miles de años. El error de cálculo mencionado, por cierto, tuvo su origen en investigadores que admiraban la cultura maya, pero no eran ni astrónomos ni matemáticos ni mayas (eran extranjeros, principalmente alemanes, ingleses, y estadounidenses).
El 13avo Baktún no finaliza el 21 de diciembre de 2012. Y en todo caso, lo que se esperaría es el fin del 12avo Baktún y comienzo del 13avo. La cuenta de 360 días es importante en la ciencia de Anahuac, permitía hacer cuentas con gran exactitud, pero no son años. Los mayas conocieron la duración exacta del año, con milésimas de segundo. Y el ciclo de 13 baktunes es de 5200 años, astronómicos, exactos, no de 5125 y fracción. 5200 resulta de la misma cuenta del fuego nuevo (52 años) que existió en Tenochtitlan. 52*10=520*10=5200
Un ciclo de 52 años (Fuego Nuevo) = 18 992.5 días. 5200 años (13 Baktunes)=1 899 250 días y no a 1 872 000 como se afirma actualmente. La diferencia es de 27 250 días. Decir que un ciclo de 13 Baktunes es igual a 5125.3 años equivale a asegurar que el Fuego nuevo de 52 años dura 51.253 años.
Fuente: Afp/Lajornada/JS/YEA