Estilo idol creado en Japón se expandió por Asia, pero «el plagio de Corea ha llegado a límites máximos»
Las últimas acusaciones de plagio a las agencias coreanas por parte de los medios de comunicación japoneses han destapado un reclamo añejo que viene gestándose desde hace 15 años entre los fans del género idol japonés. Actualmente en China existen más de 200 grupos idol que emulan el estilo idol japonés, pero ninguno de ellos reconoce seguir el estilo japonés. Lo mismo pasó con Corea que hoy en día exporta a todo el mundo sus propias versiones de «idols» con un exitoso marketing en todo el mundo, cuando apenas hace dos décadas Japón era el productor y creador masivo de contenidos de entretenimiento para toda Asia y el exportador de «idols» para esos mercados. El proceso de asimilación del estilo japonés en las nuevas agrupaciones asiáticas en Corea y China es casi desconocido para la mayoría de los seguidores de esos géneros musicales, pues ha sido un proceso que se realizó de forma casi transparente y sin reconocer ni dar crédito alguno a las influencias japonesas.
Las reclamaciones recientes caen sobre los grupos coreanos TWICE e Idol School, a quienes acusan de ser un rip-off casi exacto de las agrupaciones japonesas como AKB48, no sólo en imágen, estética y vestuarios sino incluso en el plan de negocios llamado «AKB Shoho» (código de comercio AKB), las estrategias de marketing, los procesos de audición e incluso los procesos de elecciones generales que son una copia al carbón de las elecciones idol japonesas, así como el uso de Hashtag # en la portada al igual que AKB48, algo que por rectitud política no se ha denunciado pero que merece cuando menos ser evidenciado.
El dedo en la llaga se agudizó hace algunos meses cuando medios de comunicación coreanos declararon a grandes columnas que «los fans japoneses del género idol eran anormales» y enfermos al prohibir los noviazgos y matrimonio en las artistas idol, en vistas del incidente pasado con la declaración de matrimonio de Ririka Suto que llevó a su renuncia, algo inconcebible para el público coreano acostumbrado a seguir los estilos estadounidenses que aceptan los noviazgos de artistas incluso en la adolescencia, lo que habla que el proceso de asimilación ha sido incompleto y a conveniencia pues encima de plagiar se juzga y critica a quienes se les ha plagiado. En tanto que el género idol japonés tiene reglas, código de conducta y existe una componente de personalidad cuidadosamente seleccionada, Corea se ha enfocado exclusivamente en lo estético y artístico, por lo que ni la conducta idol ni el esquema mental son regulados.
El orígen de las acusaciones a Corea se remonta al menos a los últimos 15 años, aunque hay acusaciones de rip-offs desde finales de los 80s. Durante la década de los 80s, las idols japonesas y otros «idols» masculinos japoneses tenían una fama extraordinaria en China, Hong Kong, Taiwán y otras naciones de la región, sin embargo a partir del año 2000 las economías locales de esos países comenzaron a mejorar de forma exponencial lo que produjo una ola masiva de casas productoras locales que emulaban los estilos anteriormente impulsados desde Japón, creando sus propias versiones acorde a su mercado e impulsando contenidos de difusión masiva a todo el mundo. El tema ha sido analizado por múltiples autores y publicaciones, incluyendo la versión japonesa de Newsweek quien aborda el tema y hace una reflexión sobre el papel de Japón en los últimos años respecto a la pérdida de protagonismo en la zona.
En los años 80s, la música en Corea y China estaba limitada por politicas que prohibían las «influencias negativas» del extranjero, por lo que los artistas tenían estilos musicales muy limitados al folklore regional. En el caso de Corea, en los años 80s el estilo predominante era la balada coreana y el folk pues se promovían los estilos musicales «saludables», sin embargo en los años 90s comenzó una revolución musical que introdujo «boy-bands» y «girl-bands» de influencias hip-hop y otros estilo estadounidenses, lo que sentó las bases para los primeros grupos con influencia japonesa en la década de los 2000.
Para lograr el objetivo, agencias coreanas contrataron instructores japoneses para canto y baile con el objetivo de emular por completo el estilo idol japonés, con inyecciones millonarias de recursos en entrenamiento y aprendizaje del idioma, cuyo producto inicial fué la cantante BoA que alcanzó una gran popularidad tanto en Japón como en Corea. El enfoque de bandas masculinas como TVXQ en 2003 fué conquistar el mercado japonés, por lo cual el entrenamiento fué exhaustivo para asimilar el estilo idol japonés que se pretendía incursionar, trayectoria que fué seguida por la formación de agrupaciones femeninas de estilo japonés como KARA y Girls Generation cuyo enfoque a Japón les trajo un gran éxito en su país de orígen. El estilo idol japonés se había importado con éxito en la península coreana y había adquirido su propia personalidad dado que no se implementó idénticamente sino que se fusionó con influencias estadounidenses en base a la trayectoria coreana impulsada desde los años 90s. En el caso de China la expansión del género idol fué casi simultánea, con una expansión que ocurrió apenas en la última década principalmente en los años recientes con la aparición de programas de TV que inducen la creación de agrupaciones femeninas en el modelo de negocios del star tanjou japonés de los años 70s.
La presencia de Japón en términos de promoción de sus propios artistas en Asia se ha minimizado en la actualidad, llegando a puntos críticos debido a que las leyes de copyright rigurosas japonesas impiden que se difundan masivamente sus contenidos en Internet. Japón, quien fuera antaño el principal productor de artistas y contenidos para toda Asia se ha venido reduciendo y ha perdido no sólo protagonismo sino que se repliega más día con día. Newsweeek describe dos razones principales para éste fenómeno: 1) El crecimiento económico de los países asiáticos como China y Corea ha creado que desarrollen sus propias opciones de entretenimiento de carácter local, y en el caso de Corea las alianzas de sectores públicos gubernamentales con los sectores privados para disparar y promover internacionalmente a sus artistas; 2) La popularización de Internet que se ha convertido en la plataforma de difusión de los artistas asiáticos en particular los coreanos, al mismo tiempo que las estrictas regulaciones japonesas impiden, bloquean y borran los videos de los artistas japoneses, lo que repercute en la disminución de la difusión de los productos japoneses en todo el mundo.
Pese a las críticas por plagio, Corea y China han hecho un trabajo extraordinario implementando sus propias versiones de idols con gran calidad y éxito en muchos países y en muy pocos años. Mientras la música japonesa intenta recuperar terreno en Asia con las versiones locales del proyecto 48, otros sectores japoneses pierden presencia y seguidores en todo el mundo, por lo que quizás sea momento que las empresas japonesas busquen nuevas recetas y mecanismos si desean mejorar su presencia en el mercado internacional. Por lo pronto, AKB ha desbloqueado su canal de youtube, lo que dá muestras de buena voluntad por mejorar la situación.
Fuente: JS/YEA
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