Devastación por olvidar advertencias ancestrales


Modernos muros para contener la fuerza del mar no fueron suficicentes para detener las enormes olas del tsunami de hace un mes, pero en la localidad de Aneyoshi, unos monolitos de piedra con inscripciones de hace siglos, salvaron el dia para algunos.

«Las viviendas en las partes altas son mejor para la paz y armonia de nuestros descendientes», reza la inscripción. «Recuerden las calamidades de los grandes tsunamis, no contruir casas debajo de este punto«.

Esas son el tipo de advertencias inscritas en docenas de tabletas de piedra con una antiguedad de mas de 600 años localizadas en diversos puntos de la zona, utilizadas por los ancestros que habitaron este lugar como un rústico sistema de alerta para evitar desgracias por eventuales terremotos y tsunami ya anteriormente registrados durante siglos.

«Si un terremoto llega, prepáranese para el tsunami«, se puede leer en otra piedra; En el ajetreo de la vida moderna, muchos olvidaron las advertencias y la mancha urbana se extendió hacia las partes bajas cerca de la costa,  y es que eventos como el registrado hace un mes, se repiten en grandes periodos de tiempo por lo que las nuevas generaciones no recuerdan las catástrofes del pasado.

«La gente tenía este conocimiento crucial, pero estaban tan ocupados con sus vidas y trabajos que se les olvidó a muchos«, dijo Yotaru Hatamura, un erudito que ha estudiado las piedras.

Un mojón de piedra advirtió sobre el peligro en la ciudad costera de Kesennuma: «Estén siempre preparados para los tsunamis inesperados; Elige la vida sobre tus pertenencias y objetos de valor..»

Después del terremoto, la gente regresó a sus hogares para guardar sus objetos de valor o simplemente para ver los daños que tenía su casa, desafortunadamente cuando llegó el tsunami, todos esos cientos de personas quedaron atrapadas.

Los templos y construcciones antiguas que se encuentran en las partes altas permanecen de pie luego del desastre, quedando como un nuevo recordatorio para los habitantes de las devastadas ciudades costeras.

Fuente: AP