Conmemoran 70 aniversario de ataque atómico sobre Hiroshima
Japón conmemoró el 70 aniversario del bombardeo atómico estadounidense sobre la ciudad de Hiroshima el jueves 6 de agosto, con una renovada determinación por abolir las armas nucleares y buscar la paz mundial, aunque muchos ciudadanos piensan que el primer ministro, Shinzo Abe, al ampliar el papel militar del país, ha debilitado esas promesas.
La ceremonia anual se realizó en el Peace Memorial Park de Hiroshima, donde la presencia de embajadores y dignatarios extranjeros registró un récord de 100 países, incluidos los líderes en armamento nuclear, Estados Unidos, Inglaterra, Rusia y Francia.
Después de guardar un momento de silencio para recordar a los muertos, Abe reafirmó el compromiso de Japón para cumplir con su responsabilidad, como única víctima en el mundo de la guerra nuclear, para «eliminar las armas nucleares del mundo».
Llamó la atención una ruptura en el discurso tradicional, donde el primer ministro no hizo alusión a los tres principios no nucleares de Japón, que declaran no posesión, no producción y no introducción de armas nucleares en la nación.
Tampoco habló de las polémicas modificaciones a la constitución pacifista de Japón.
Abe dijo que era «decepcionante» que los líderes mundiales no pudieron llegar a un consenso sobre una declaración final en la novena conferencia de revisión del tratado de no proliferación nuclear, realizada en mayo.
Japón presentará una nueva resolución sobre la abolición de las armas atómicas a la asamblea general de las naciones unidas en el otoño, dijo.
En la declaración de paz anual, el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui se unió a Abe para pedir la abolición de las armas nucleares.
El 70 aniversario del bombardeo atómico ocurre al mismo tiempo que el gobierno de Abe está impulsando proyectos de ley de seguridad, a través del parlamento, que permitan a las Fuerzas de Autodefensa luchar junto a los aliados de Japón para protegerlos de agresiones.
Como un testimonio de la creciente insatisfacción pública por la mano dura del gobierno, gritos furiosos estallaron entre la multitud cuando Abe abandonó el escenario, como una respuesta a la crítica al cambio de la política de defensa.
Un grupo de manifestantes realizó una marcha por el parque después de la ceremonia para oponerse a los proyectos de ley, a los que denominaron «pro-guerra».
Aunque se abstuvo de criticar directamente los proyectos de ley, el alcalde Matsui dijo que confía en los «sistemas de seguridad ampliamente versátiles que no dependen de la fuerza militar» y continuó diciendo que el «pacifismo de la Constitución japonesa» son vitales para abolir las armas nucleares.
Junichi Sato, director ejecutivo de Greenpeace Japón, advirtió que la continuidad de la larga tradición pacifista del país está ahora al borde del colapso.
«Lamentablemente, estamos viendo que esta tradición de Japón está siendo erosionada por el gobierno de Abe, ya que comienza a desmantelar la llamada «Constitución pacifista», y preferir a la energía nuclear haciendo de lado a las energías renovables, limpias y seguras» , dijo Sato en un comunicado difundido el jueves.
Fuente: Kyodo/YEA