Científicos informan mutación de mariposas en Fukushima


Científicos japoneses informaron el martes 14 de Agosto sobre mutaciones genéticas que han encontrado en tres generaciones de mariposas ubicadas cerca de la dañada planta nuclear de Fukushima en Japón, elevando los temores de que la radiación podría afectar a otras especies.

Alrededor del 12% de las mariposas de hierba azul pálido, que fueron expuestos a la lluvia radiactiva durante su etapa de larvas inmediatamente después de la catástrofe del tsunami, han desarrollado anormalidades, incluyendo alas más pequeñas y ojos dañados, dijeron los investigadores.

Los insectos fueron criados en un laboratorio fuera de la zona de exclusión y el 18% de sus descendientes muestraron problemas similares, dijo Joji Otaki, profesor asociado de la Universidad de Ryukyu en Okinawa.

La cifra se elevó a 34% en la tercera generación de mariposas, dijo, a pesar de que una de las parejas de los progenitores fue de una población no afectada.

Los investigadores también recolectaron otras 240 mariposas en Fukushima, en septiembre del año pasado, seis meses después del desastre. Las anomalías se registraron en el 52 por ciento, «una proporción realmente alta», dijo Otaki.

Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Scientific Reports. «Hemos llegado a la firme conclusión de que la radiación liberada por la planta Dai ichi de Fukushima ha dañado los genes de las mariposas», dijo Otaki.

El tsunami provocado por el terremoto del 11 de marzo de 2011 desactivó  los sistemas de refrigeración en la planta de energía nuclear, causando que tres reactores entraran en fusión , creando el peor desastre atómico del mundo en los últimos 25 años.

Los hallazgos hacen temer efectos a la salud a largo plazo en las personas que estuvieron expuestas a la radiación los días y semanas después del accidente.

Se afirma que los efectos de la exposición en generaciones sucesivas se han observado entre las personas que viven en Hiroshima y Nagasaki, donde los EE.UU. lanzaron las bombas atómicas en los días finales de la Segunda Guerra Mundial.

Pero Otaki advirtió que era demasiado pronto para sacar conclusiones, diciendo que los resultados de su equipo sobre las mariposas en Fukushima no se podía aplicar directamente a otras especies, incluyendo a los seres humanos.

Agregó que él y sus colegas llevarán a cabo estudios de seguimiento, incluyendo pruebas similares en otros animales.

Nadie oficialmente ha fallecido como resultado directo de la catástrofe de Fukushima, pero muchos de los que huyeron de la zona y los que se quedaronn, incluidos los trabajadores de la planta, se preocupan por los efectos a largo plazo.

Los científicos han advertido que podrían pasar décadas antes de que sea seguro para algunas personas regresar a sus hogares.

Fuente: AFP/YEA