Un tercio de mujeres japonesas sufre acoso sexual en el trabajo
Un estudio realizado por el gobierno japonés ha encontrado que casi un tercio de las mujeres que trabajan, y que respondieron a una encuesta, dijeron haber sido objeto de acoso sexual en su centro laboral, como ser sometidas a contacto físico no deseado o recibir comentarios degradantes.
El estudio, publicado el martes 1 de marzo y el primero de su clase, examinó las respuestas de más de 9,600 mujeres trabajadoras, en una encuesta realizada por correo o por Internet. La tasa de respuesta fue del 18% y no dio un margen de error.
De las encuestadas, 29% dijeron que habían sufrido acoso sexual. El tipo más común de acoso se refería su apariencia física o edad, convertido en el foco de la conversación, registrando un 54%.
El siguiente acoso más común fué el tocamiento con un 40%, seguida de preguntas relacionadas con el sexo en un 38%. A un 27% de las encuestadas se les obligó a asistir a comidas y a «citas» con compañeros de trabajo.
En cuanto a la igualdad de género, Japón ocupa el lugar número 101 de entre 145 países y economías, de acuerdo a estadísticas elaboradas por el Foro Económico Mundial sobre la «brecha de género», que hace mediciones sobre qué tan justamente las mujeres son tratadas en base a indicadores económicos, educativos, políticos y de salud.
Aunque el primer ministro, Shinzo Abe, ha alentado a las mujeres a que trabajen y obtengan un ascenso, una iniciativa que es uno de los pilares de su política, el progreso ha sido gradual.
Una de las razones detrás de ese esfuerzo es que la sociedad nipona está envejeciendo y la mano de obra se está reduciendo rápidamente. Actualmente, las mujeres ocupan aproximadamente el 8% de los puestos directivos en las empresas que contratan a 100 personas o más.
El estudio revelado el martes no ha propuesto ninguna medida concreta de cómo la situación pueda revertirse, tales como penas más severas para inhibir el acoso o la discriminación.
En muchas empresas japonesas, a las mujeres se les coloca en una pista de carrera diferente a la de los hombres. A menudo tienen trabajos a tiempo parcial, en parte debido a que muchos hombres japoneses rara vez ayudan con las tareas del hogar.
El término «M-curve», que hace algunos años solía ser empleado para que las mujeres se retiraran de la fuerza de trabajo para tener hijos y luego reincorporarse, sigue siendo de uso cotidiano en Japón.
El estudio también encontró muchas quejas de «acoso por maternidad,» en el que las mujeres fueron intimidadas para dejar sus puestos de trabajo cuando quedaron embarazadas.
Fuente: JS/YEA