Avanza juicio contra artista que «compartió» sus genitales
El lunes 1 de febrero, la fiscalía del tribunal de distrito de Tokyo que lleva el caso de una artista acusada de obscenidad, al distribuir un escaneo 3D de sus genitales, solicitó una multa de ¥ 800,000 yenes.
La acusada, Megumi Igarashi, de 43 años, quién trabaja bajo el seudónimo de «Rokudenashi-ko» (niña buena para nada), mantuvo su declaración de inocencia en los cargos imputados de distribución de objetos obscenos a través de Internet a cambio de dinero, con el argumento de que su obra utiliza genitales femeninos como parte de un tema artístico, pero sin ser de carácter lascivo.
En su declaración final, Igarashi pidió un juicio imparcial por parte del tribunal. «Después de haber creado obras que desafían la imagen (ya existente) asociada con los genitales femeninos, no puedo estar de acuerdo con mi arresto», dijo.
Se espera que el tribunal dicte sentencia el 9 de mayo.
Para apoyar su declaración de inocencia, el abogado de Igarashi dijo en los argumentos de cierre, que su defendida distribuyó un archivo para impresoras 3D «como parte de sus actividades creativas, con el objetivo de que sus seguidores lo usarían para crear nuevas obras».
Un fiscal dijo que Igarashi «tiene una gran responsabilidad penal», porque ella envió los datos sin considerar la posibilidad de que los destinatarios pueden crear objetos obscenos.
En una audiencia anterior, un profesor universitario especializado en historia del arte, testificó en defensa de Igarashi, diciendo que las obras «no parecen ser obscenas (materialmente) o que puedan causar excitación sexual».
Igarashi dijo en una conferencia de prensa, después de su arresto inicial en julio del 2014, que envió los datos a las personas que donaron más de 3,000 yenes a una campaña para financiar la creación de un Kayak, inspirado en los escaneos en 3D de su parte íntima.
En ese entonces, sus seguidores comenzaron a recabar firmas apoyando a la artista, alegando que su trabajo era una obra de arte y no un juguete sexual, además de asegurar que el arresto de Igarashi fue un ataque a la libertad de expresión.
Según la acusación, Igarashi distribuyó datos a través de Internet que podrían ser utilizados para hacer reproducciones en 3D de sus genitales en octubre del 2013 y marzo del 2014, y en julio del 2014 exhibió una obra de yeso con forma de una vagina en una tienda para adultos en Tokyo.
El código penal de Japón establece una pena máxima de dos años de prisión, o una multa de hasta 2.5 millones de yenes por la distribución de objetos obscenos.
Fuente: Kyodo/YEA