Mujeres japonesas no prefieren salir con pilotos y doctores


olEl sitio web «My Navi Woman» recientemente reveló los resultados de una encuesta elaborada en marzo de este año a 206 mujeres japonesas de entre 22 y 34 años de edad, con respecto a la pregunta de cuales serían para ellas las ocupaciones o profesiones de los hombres con los que NO saldrían a una cita.

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El resultado de la encuesta reveló datos importantes, indicando que si bien a las féminas niponas les importa tener una pareja con un empleo estable, no saldrían a una cita romántica con hombres que tienen actividades y empleos reconocidos por ser muy lucrativos económicamente.

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En el sexto lugar se ubicó a los pilotos de aerolínea comercial, con un 7.4% de las respuestas negativas de las mujeres, sorpresivamente resultaron de poco interés, a pesar de que dichos prospectos possen  la inteligencia y la habilidad necesaria para hacer su trabajo, eso sin contar el jugoso sueldo, a algunas mujeres niponas simplemente no les gusta la idea de que su hombre se ausente por días en las rutas internacionales, volando por los cielos con una tripulación de jóvenes y alegres asistentes de vuelo.

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En el quinto lugar se ubicó a los propietarios de pequeños negocios, con un 7.9%. En opinión de las encuestadas, aunque ser dueño de su propio negocio le puede permitir crecer tanto como el libre mercado lo permita, también significa que no hay seguridad si el negocio se cae, por lo que la diferencia entre el éxito y el fracaso es a veces la devoción hacia el duro trabajo que no deja tiempo para citas románticas.

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En el cuarto lugar están los maestros, con el 10,9%. En general, Japón tiene un profundo respeto por los educadores y las instituciones de enseñanza, pero algunas de las mujeres encuestadas creen que «Muchos de los profesores son personas muy lógicas» y creen que se sienten superiores a los demás. Algunas de las encuestadas dijeron que «Muchos de ellos tienen una mente estrecha y que carecen de sentido común».

También está el hecho de que muchos maestros toman su trabajo de moldear las mentes de los jóvenes bastante en serio. «Creo que la escuela sería siempre su prioridad», especuló una mujer, «y su vida privada sería secundaria».

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ajonishi3Les sigue un empate entre los Médicos y los Estilistas, con un 12.4%.  Además de las preocupaciones sobre sus personalidades orgullosas, algunas mujeres temen que las ocupadas horas irregulares del trabajo de un médico les relegaría a ellas todas las funciones de la crianza infantil en el matrimonio.

Otro factor que influyó en las respuestas, es que Japón está salpicada de pequeñas clínicas de propiedad privada, que a veces se transmiten de padres a hijos. El resultado es que las familias formadas por generaciones de médicos, hace que una mujer esté más preocupada po cumplir los altos estándares de los padres elitistas de un potencial novio del campo de la medicina.

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En el caso de los Estilistas, si una estética dirigida por un hombre desea tener éxito en Japón, a menudo requiere no sólo de mantenerse al día sobre las últimas tendencias e irradiar una imagen elegante, sino también ser muy sociables y poder charlar con entusiasmo con cualquiera.

Pero mientras esto es algo bueno para el balance económico final de la peluquería, algunas mujeres no están seguras de si un novio estilista podría atenderlas al finalizar su trabajo y se preocupan de que ellas acabarían siendo como una «mariposa social» en su vida privada.

Una chica de 25 años de edad, -que trabaja en una institución financiera-, no está segura de querer un chico con ojos tan agudos para el detalle: «Creo que sería muy abierto y crítico en su opinión de cómo me veo», dice ella.

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Finalmente, en el primer lugar se ubican los trabajadores de la industria de los alimentos, con un 14.4%. A los ojos de las encuestadas, el trabajo de un restaurante parece combinar bajos salarios y turnos irregulares, situación que tiene como resultado tener que repartir los tiempos entre servir la cena de fin de semana de su pareja y de los clientes. «Ellos no parecen hacer mucho dinero lavando trastes y están tan ocupados que no creo que tendríamos nada para compartir», dice una chica de 24 años edad trabajadora de una tienda de ropa.

Otra mujer de 33 años dijo: «Las personas que trabajan en la industria de los alimentos tienden a beber mucho y ellos son malos borrachos».

Fuente:MyNaviWoman/YEA