Presentan robots que evalúan olores corporales

El último avance en la robótica son dos autómatas diseñados para informar sin rodeos que es hora de cepillarse los dientes o cambiarse sus calcetines.

El fabricante de Robots, CrazyLabo, y el Colegio Nacional de Tecnología de Kitakyushu en la Prefectura de Fukuoka, han desarrollado un humanoide femenino y un robot perro que huelen el aliento y los pies de las personas emitiendo una recomendación sarcástica y reacciones exageradas que alentarán a los despreocuádos a hacer algo acerca de su mal aliento o transpiración corporal.

El robot femenino, Kaori-chan, tiene el pelo castaño y ojos azules. Cuando una persona respira en su rostro, analiza y cuantifica los componentes de la respiración y evalúa el olor en una escala de uno a cuatro.

Si el aliento huele bien, Kaori-chan dice: «Huele a fruta cítrica!»

Si huele mal, las declaraciones de Kaori-chan van desde: «¡Qué asco! Usted tiene mal aliento «a» No puede ser! No puedo soportarlo! «. Cuando a criterio de Kaori-chan alguien está en la peor categoría, grita,» ¡Emergencia!, está teniendo lugar una emergencia! Eso está más allá del límite de la paciencia! «.

El robot perro, Shuntaro-kun, puede evaluar el olor de los pies de una persona. Utilizando la quinta sinfonía de Beethoven como música de fondo, Shuntaro-kun olfatea los pies del usuario y de acuerdo al nivel del olor, sacude su cabeza, ladra o gruñe . Si Shuntaro-kun pierde la conciencia, el usuario sabe que realmente tiene mal olor de pies.

Para evaluar los olores, CrazyLabo utiliza un sensor de olores disponible comercialmente, que puede monitorear y cuantificar diversos componentes olorosos en el aire.

Shuntaro-kun puede identificar el tipo de olor y evaluar su intensidad, los cuantifica y envía los datos a una computadora integrada. Kaori-chan también puede cuantificar la intensidad de los componentes para juzgar los niveles de olor.

El terremoto que afectó a la región de Tohoku el 11 de marzo de 2011, dio al presidente de CrazyLabo, Kennosuke Tsutsumi, la idea de hacer un robot que pudiera hacer reír a la gente.

Tsutsumi, de 47 años, es de la Prefectura de Fukuoka, cerca de la zona afectada por el desastre, sentía que tenía que hacer algo por la región.

«Me quedé sin palabras», dijo Tsutsumi después de ver las ruinas tras el terremoto mientras conducía en el noreste de Japón dos meses después del desastre.

Su experiencia le inspiró a elaborar algo para que la gente sonriera de nuevo. Como los miembros de su familia en varias ocasiones se quejaban de su mal aliento y mal olor de pies, a Tsutsumi se le ocurrió crear a Kaori-chan y Shuntaro-kun después de reunirse con Takashi Takimoto, profesor asociado de ingeniería mecánica en la Universidad Nacional de Tecnología de Kitakyushu.

Takimoto, de 32 años, y sus estudiantes crearon un software y recolectaron muestras de olores para desarrollar los dos robots. Diez estudiantes varones midieron repetidamente la concentración de olores en sus calcetines que habían usado durante dos días. También comían varios alimentos con olores característicos, como el ajo y el natto (soya fermentada).

Después de pasar cerca de tres meses trabajando en el proyecto, completaron los dos androides en febrero pasado. CrazyLabo está considerando la posibilidad de visitar la región de Tohoku con ellos, para mostrarlos a la población.

Actualmente, la compañía está desarrollando un nuevo robot que le crece la nariz como a Pinocho cuando las personas dicen mentiras. Según CrazyLabo, el nuevo androide analiza sus ondas cerebrales para detectar una mentira.

«Quiero seguir produciendo cosas que hacen reír a la gente y crear un buen ambiente», dijo Tsutsumi.

Fuente: JS/YEA

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