Ropa interior tradicional japonesa para combatir el calor del verano


Es imposible pasar por alto los esfuerzos en Japón para ahorrar energía este verano. Hombres de negocios japoneses han cambiado las camisas almidonadas por camisetas polo y en las oficinas a media luz se ha limitado el uso del aire acondicionado.

Pero hay un esfuerzo que no es tan obvio y se trata de los llamados «Fundoshi» , los frescos «taparrabos» tradicionales japoneses confeccionados en tela de lino.

«El desastre del año pasado y la escasez de energía por los reactores nucleares apagados, son las razones por las que la gente haya redescubierto la ropa interior tradicional», dice Keiji Nakagawa, quien dirige el distribuidor SHAREFUN fundoshi, y también preside la Asociación fundoshi de Japón.

El grupo incluye a nueve empresas que aún continúan fabricando estas prendas, en su mayoría con sede en Kyoto.

Los Fundoshi y Suteteko solían ser la ropa interior usada por los hombres nipones hasta hace aproximadamente 60 años, de acuerdo con el jefe de la asociación, a menudo cosida a mano por las esposas.

Las trusas de estilo occidental y los calzones boxer ahora representan el 99 por ciento de los calzoncillos que usan los hombres en el país. 

El 1 por ciento restante son hombres que no usan nada.

«Estaríamos muy contentos de conseguir siquiera el 1 por ciento de ese 1 por ciento de hombres que no usan ropa interior», dice el empresario Nakagawa de 35 años de edad, una vez que prueben un fundoshi, nunca más lo dejarán de usar» afirma.

Un consultor de negocios, dice Nakagawa, estaba sufriendo de problemas de estrés psicológico cuando un amigo le sugirió que probara un fundoshi hace tres años. Al no tener un resorte en la cintura, de inmediato mejoró su condición, ya que el Fundoshi se amarra con una cuerda a la cintura y puede ser tan apretada o suelta como el usuario se sienta más cómodo.

«Tal vez haya también algo de ADN cultural involucrado», añade Nakagawa. «Hay una sensación de paz al atar un lazo justo sobre el punto de «presión», supuestamente el lugar donde se encuentra la energía, justo debajo del ombligo. También ofrece más libertad de movimiento».

Actualmente, los fabricantes han podido agregrale al lino blanco tradicional colores llamativos y estampados, sobre todo pensando en las mujeres, quienes los compran como regalo para sus parejas el día se San Valentín (14 Febrero).

El concepto del Fundoshi no se olvida del mercado femenino, ya que el mayor fabricante de lencería japonés, Wacoal Co. con sede en Kyoto, ha lanzado desde hace algunos años su propia línea de ropa interior inspirados en el fundoshi con una prenda íntima llamada «nanafun», especialmente diseñada para las féminas.

De acuerdo a la compañía, las mujeres buscan la «emancipación» de la opresión de la ropa interior convencional.

«Queremos que las mujeres jóvenes tengan un sentido de más de libertad y de liberación, por lo que pensamos en un fundoshi para ellas«, dice Tomoka Okamura, director de mercadotécnia de la línea Nanafun de Wacoal.

Los taparrabos para dama vienen en siete colores diferentes y en dos diseños, planos y a cuadros. Los precios son alrededor de 1,260 yenes.

Wacoal ha vendido miles de piezas desde el año 2009 y la compañía ahora los vende en Hong Kong, Taiwán y Singapur.

«Es fácil de usar y es bastante agradable. También es bueno para el verano y pensé que sería bueno para lidiar con el calor», dice Hiromi Iwamura de 28 años de edad, quien es una comerciante minorista y ha comprado los taparrabos estampados con su correspondiente sujetador.

Fuente: JWN/YEA