«Paro», el robot que reconforta a sobrevivientes del Tsunami


Una suave foca bebé de alta tecnología, que responde al tacto humano, es la última arma en la batalla contra la depresión para los sobrevivientes de la catástrofe del tsunami de Japón.

«Paro» se está ofreciendo a las personas sin hogar por el desastre y está ofreciendo un poco de afecto a los más necesitados con sus chillidos burbujeantes y el chasquido de sus aletas cuando entra en contacto con la gente.

«Es tan lindo. Se arrulla cuando lo froto «, dice Kosei Oyama de 10 años de edad,»a causa del tsunami, tenemos menos cosas para jugar que antes».

Tsuyako Kumagai, una ama de casa de 47 años de edad, dice que sus amigos en casas temporales están contentos con Paro como un sustituto de los animales domésticos que fueron arrastrados por las gigantescas olas.

«Muchos de mis vecinos no quieren tener nuevas mascotas, ya que no desean recordar la amarga experiencia», dijo Kumagai. «Para ellos, los animales domésticos que tenían eran parte su familia».

Las pequeñas focas han sido puestas a disposición de las personas que viven en casas temporales erigidas en un estadio de béisbol en la ciudad portuaria de Kesennuma, una zona gravemente afectada por el tsunami del año pasado que mató a 19,000 personas en la costa.

Para muchos, las cosas ahora son un poco mejores de lo que eran, pero falta un largo camino.

«He perdido lo que había construido en toda mi vida», dijo Hiroshi Onodera, de 51 años, cuyo sobrino murió y cuya casa fue arrasada.

Onodera ahora vive con su madre en una casa prefabricada y se siente aislado de su comunidad.

«Cuando estábamos en el refugio de emergencia, había una gran cantidad de personas que se quedaban juntas, pero ya que se han trasladado a las casas temporales, estamos ahora solos», dijo.

«Por lo tanto, es bueno tener este tipo de lugares en el que uno se puede reconfortar emocionalmente», dijo Onodera, refiriéndose a un edificio de la comunidad donde los robot están disponibles para préstamo a corto plazo.

La pequeña foca, que está equipada con sensores táctiles y auditivos, ya se ha utilizado en hospitales y asilos para ancianos como una ayuda terapéutica para los adultos mayores que sufren de depresión o Alzhaimer.

Los organizadores de este servicio ofrece también otras actividades terapéuticas a las víctimas del desastre, incluyendo robots de entrenamiento y un prototipo que puede dar masaje a la cabeza. En la recepción, un androide recibe a los solicitantes del servicio.

«Es importante para los residentes mantener la comunicación», dijo Kazuhiro Kojima, un investigador de Ciencia Industrial Avanzada y Tecnología, una institución de investigación pública, que desarrolló al robot Paro.

Un gran número de personas que padecen depresión y dificultades de salud mental se registró a raíz del gran terremoto de Kobe en 1995, provocando una gran pérdida de hogares, identificado como una causa fundamental del sufrimiento.

Según el gobierno, cerca de 325,000 personas siguen viviendo en viviendas temporales, principalmente en el norte de Japón, casi un año después del desastre.

Muchos perdieron sus hogares en aquella ocasión, mientras que otros fueron obligados a abandonar sus aldeas por la radiación que se escapó de la planta nucleoeléctrica de Fukushima.

Los investigadores dicen que las soluciones tecnológicas pueden ayudar a disminuir el impacto emocional de la catástrofe.

«Esperamos que los robots que ofrecemos a los residentes, contribuya a reconstruir su comunidad», dijo Kojima. «El apoyo mental y emocional se convertirá en un tema muy importante aquí. Espero que los robots puedan ayudar».

Fuente: AFP/JT